La Villa
de Riaza tiene inviernos muy duros y largos, y veranos cortos y
secos. Los inviernos se extienden desde comienzos de Noviembre hasta
finales de Abril. Son frecuentes las heladas tempranas de comienzos
de otoño y las tardías de Mayo. A lo largo de estos
meses, el frío no es constante a excepción de la temporada
central del invierno, encontramos periodos de tiempo soleado y temperaturas
agradables, aunque la duración de estos periodos es corta.
Estas temperaturas agradables se alternan con otras de frío
extremo, provocadas por fenómenos de descarga polar y borrascas
del Atlántico.
La primavera es débil y corta, más patente en Junio
que en Mayo. El verano es corto y fresco, este se limita a los meses
de Julio y Agosto pues en Junio y Septiembre atraviesan borrascas
y hay irrupciones de aire polar.
Los
otoños se anuncian por las lluvias que desde la primera quincena
de Septiembre caen sobre la villa, bajando mucho las temperaturas
y apareciendo incluso heladas a finales de dicho mes.
Debido a la altura, hay una fuerte irradiación nocturna (perdida
de calor en la tierra), que se refleja en grandes oscilaciones diurnas.
Esto es lo que hace que los veranos sean más agradables.
El índice de precipitaciones medias en la villa asciende
a 888 mm, elevada cantidad si la comparamos con los 545 mm de la
ciudad de Segovia. La mayor parte de las precipitaciones se producen
en primavera y otoño.
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